“Si fueres flojo en el día de trabajo, tu fuerza será reducida” (Proverbios 24:10)
¿En qué cosas no debemos ser flojos?
Philip Henry (1631-1696, padre de Matthew Henry):
“1-Oración
‘Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro’ (Hebreos 4:16).
Como Jacob que luchó con Dios. El dijo: ‘No te dejaré, si no me bendices’ (Génesis 32:26).
Como la mujer cananea que perseveró: ‘Respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres’ (Mateo 15:28).
Como la viuda que mencionó Jesús en Lucas 18:1-8 para enseñar de ‘la necesidad de orar siempre y no desmayar’ (18:1).
2- Prácticas piadosas
Las buenas obras siempre tendrán oposición. Y las mejores de ellas tendrán la más grande oposición desde dentro y desde fuera.
Pero nosotros no debemos detenernos. Debemos seguir adelante como Nehemías (lee Nehemías 6).
3- Soportar aflicciones
Cuanto coraje encontramos en las palabras de Pablo: ‘¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, más aún a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús’ (Hechos 21:13).
Cuánta valentía hubo en aquellos 3 hombres cuando fueron llamados a dar su testimonio de la verdad ante Nabucodonosor y su estatua (lee Daniel 3).
Cuánta valentía y esfuerzo había en aquellos santos antiguos reflejados en Hebreos 11.
4- Reprobar el pecado cuando Dios nos llama a hacerlo
Cuan valiente fue Juan el Bautista cuando exhortó a Herodes: ‘Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano’ (Marcos 6:18).
Los ministros del evangelio tienen necesidad de esta virtud: ‘Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado’ (Isaías 58:1).
El profeta Miqueas dijo: ‘Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado’ (Miqueas 3:8).
5- Resistir las tentaciones del diablo, el mundo y la carne
Ahí están todos los enemigos del alma, y debemos luchar valientemente contra ellos, de acuerdo al pacto de nuestro bautismo y la bandera de Cristo (Lee Josué 1).
‘Resistid al diablo, y huirá de vosotros’ (Santiago 4:7). ‘Al cual resistid firmes en la fe’ (1 Pedro 5:9).
6- Morir
Morir es una obra que debe ser hecha una sola vez, por tanto necesitamos hacerla bien.
David dijo: ‘Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo’ (Salmo 23:4).
Aunque se trata de un enemigo desarmado (su aguijón fue quitado de en medio: 1 Corintios 15:55-57), sigue siendo un enemigo.
(Debemos morir como guerreros)"
(“Eighteen Sermons” - Sermon XVIII, Last Sermon).
Luis Rodas
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