Cuando Jesús declaró “el Reino de los cielos está entre vosotros”, la gente creía que Jesús debía comenzar a reinar ya. Pero quedaron confundidos cuando Jesús muere en la cruz.
Ni sus discípulos comprendieron al principio que Jesús debía morir y luego resucitar.
La muerte de Jesús, que parecía una victoria del reino de Satanás, fue la victoria del Reino de los cielos.
Hay algo que es muy cierto. Siempre hay dos realidades.
Job en un día pierde sus criados, su ganado, y ni más ni menos que sus hijos. Esa es la realidad que ve Job.
Pero hay otra realidad que no ve Job: en el cielo Satanás había acusado a Job delante de Dios, y Dios le permite al diablo golpear su vida.
Siempre están estas dos realidades paralelas.
Si a Job le preguntaran: “¿Quién mató a tus hijos? Job hubiera respondido seguramente “Un gran viento que derrumbó la casa donde estaban”.
Pero alguien que lea el libro de Job diría: “Bueno en realidad fue Satanás”.
Sin embargo en Job 1:21 leemos que Job dice: “Jehová dio, Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”.
Fue Dios quien le dio permiso a Satanás.
¿Quien lo hizo? ¿El viento, Satanás o Dios?
La respuesta es “sí”.
Depende desde que ángulo se mire.
Exactamente esto es lo que sucedió en el momento del nacimiento de Jesús, su vida, su crucifixión y resurrección. Había dos realidades paralelas.
Los evangelios muestran lo que los testigos presentes pudieron contar.
Pero Apocalipsis 12 muestran el otro lado:
12:1 "Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas".
La Iglesia Católica enseña que esta mujer es la virgen María (por eso la representan con la luna y las estrellas).
Pero esta mujer representa al pueblo de Dios. Si leen Génesis 37:9-11 verán que el sueño de José encaja perfectamente con esta descripción de la mujer con el sol, la luna y las 12 estrellas.
12:2 "Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento".
Esto concuerda perfectamente, por ejemplo, con Isaías 66:7-12.
12:3 "También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas".
Luego en el versículo 9 veremos que este dragón es Satanás.
12:4 "Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese".
Arrastró la tercera parte de los ángeles en su rebelión contra Dios.
“A fin de devorar a su hijo”: el diablo quiso matar a Jesús desde el principio. Cuando tenía dos años hay una gran matanza en Belén de todos los niños menores de dos años (Mateo 2:13-18).
Luego en los evangelios vemos que los judíos buscaban constantemente ocasión para matarle. Ya desde la primera predicación en Nazaret lo llevaron “hasta la cumbre del monte... para despeñarle” (Lucas 4:29). Hasta que finalmente lo crucificaron. Eso lo podemos ver en los evangelios. pero aquí vemos la verdad paralela: era Satanás quien buscaba desde el principio “devorar” a Jesús.
12:5 "Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono".
En un versículo sintetiza nacimiento, vida, muerte, resurrección, ascensión de Jesús y su posición actual a la diestra del Padre.
12:6 "Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días".
“la mujer huyó al desierto”: el desierto casi siempre en la Biblia significa un tiempo de prueba. Israel fue probado en el desierto. Jesús fue probado en el desierto.
Oseas 2:14 dice: “yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”.
El desierto es un tiempo de prueba y enseñanza.
Jesús resucita y asciende a los cielos y comienza un tiempo de prueba para el pueblo de Dios.
Pero en medio de la persecución Dios ayuda a la Iglesia, de la misma manera que la ayudará en la “gran tribulación” final de 3 años y medio.
12:7,8 "Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo".
Mientras Jesús vencía en su muerte y resurrección, esto es lo que sucedía a la par en el cielo.
De esta manera es expulsado Satanás del cielo: Apocalipsis 12:9.Esto concuerda perfectamente con las palabras de Jesús: Juan 12:31.
Por esto el cielo festeja:
Apocalipsis 12:10,11 "Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte".
Luis Rodas
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