No te olvides que estamos en guerra - 2 parte



Satanás ya no puede acusar delante de Dios. Fue vencido.
El cielo festeja. Pero ahora el problema lo tiene la tierra hasta la victoria final:
Apocalipsis 12:12 "Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo".

La furia que vemos contra la Iglesia desde hace alrededor de 2000 años. Las persecuciones más brutales, torturas, el odio... está explicado en este pasaje:
Apocalipsis 12:13 "Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón".

El pueblo de Dios es perseguido con ira por Satanás y sustentado por Dios de la misma manera que lo será en la “gran tribulación” de 3 años y medio.
En los siguientes versículo vemos la ira del diablo contra el pueblo de Dios en todas las generaciones: Apocalipsis 12:15-17 "Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo".

El diablo fue expulsado del cielo, sabe perfectamente que está vencido, que le queda poco tiempo, y al no poder hacer nada contra Dios, descarga su ira contra el pueblo de Dios: nosotros.
Y en el último tiempo esta ira será desatada con toda violencia contra la Iglesia (Mateo 24:21,22).
Apocalipsis 13:7 “Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos”.
Daniel 7:25 “A los santos del Altísimo quebrantará”.
Daniel 12:1 lo describe como “tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces” (Daniel 11:33-36).

La lucha hasta la venida del Señor está aquí en la tierra. Estamos en guerra:
Efesios 6:10-20 "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar".

6:11: “acechanzas del diablo” (“medsodeía”): “astucias, maquinaciones, artimañas” (Samuel Pérez Millos - “Comentario de Mateo”. Pag. 526). El usa trampas, engaños...
A parte de persecuciones violentas y difamaciones, el diablo tiene su guerra montada sobre argumentos:
Satanás va trabajando en nuestras mentes. El quiere que creamos sus maquinaciones. Si no pueden ser mentiras enormes serán medias verdades llevadas al extremo para dañarnos poco a poco.
Walter Wink: “Es difícil discernir la voluntad de Dios en un campo en el que Satanás está dispuesto a ponerse el uniforme de cualquiera de los dos equipos” (“Desenmascarar a los poderes”. Pag. 33).
El diablo “se disfraza de ángel de luz” (2 Corintios 11:14).

6:12: “lucha” (“pále”): “lucha cuerpo a cuerpo” (Diccionario Vine).
6:14: “Ceñid los lomos de vuestro entendimiento” (1 Pedro 1:13).
Para la guerra se levantaban sus togas para no tropezar.
Pedro nos dice: “Entraste en una guerra, cíñete tu entendimiento. Tu mente debe ser conforme a la verdad”. “ceñidos vuestros lomos con la verdad” 1 Pedro 5:8,9.
6:17: “vestido... con la esperanza de salvación como yelmo” (1 Tesalonicenses 5:8).

A veces nos preguntamos "¿por qué me pasa esto?"
El problema es que dejamos de tomar consciencia de la realidad paralela. Vemos lo que se ve humanamente y olvidamos que estamos en guerra.

Si estás muerto no pasa nada. Si estás vivo, si eres parte del pueblo de Dios, el diablo por su ira contra Dios te ataca a ti.
El diablo busca destruir lo que eres, a tu familia, busca desanimarte, detenerte como sea.
¡Deja de quejarte, deja de decir “es injusto”, “¿qué hago?”!
¡Pelea! Vístete de toda la armadura de Dios, fortalécete en Dios, estudia la Palabra de Dios, ora, clama. ¡Toma la autoridad que Dios te dio!
Deja de decir: “No puedo”. Tú no puedes. DIOS SÍ.
¡Esto es una guerra! No es un paseo de fin de semana.

Formamos parte del Reino de los cielos y este está en guerra hasta que todo termine.
Pero tenemos una promesa:
Romanos 16:20 "Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros".


Luis Rodas


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