"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor...”
(Efesios 6:10).
Cada día, como creyentes, enfrentamos una batalla. Y para esto es vital, decisivo, el fortalecernos.
Este versículo de Efesios no sólo nos insta a hacerlo, sino que agrega en quién:
“fortaleceos en el Señor”.
Como escribió Clinton Arnold: “Aquí, como en cada lugar en Efesios donde ocurre la frase ‘en el Señor’ (2:21; 4:1,17; 5:8; 6:1,21) se refiere al Señor Jesucristo” (“Ephesians”. Pag. 899).
En esta epístola, Pablo los dirigió abundantemente a saber quienes son en Cristo. Lo que el Señor hizo, hace y hará por, en y a través de ellos. En Efesios 1:3,4 les deja claro que en Cristo entraron en toda la "bendición espiritual” que Dios había planeado desde “antes de la fundación del mundo”. En Efesios 1:18 sintetiza este grupo de bienes en Cristo como “las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”. Luego en Efesios 2:7 como "las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús”. Y finalmente en Efesios 3:8 lo repite como: “las inescrutables riquezas de Cristo”.
¡Es todo lo que fue ganado por Cristo para aquellos que están en EL!
Incluso, Pablo, mostrándoles la gran carga que tenía por que vivan con respecto a esto, les cuenta 2 veces que oraba sin cesar para que Dios les conceda el poder comprenderlo plenamente y así estar completos (Efesios 1:15-23; 3:14-19).
Pero así como oraba creyendo que Dios les daría “sabiduría y revelación” en estas cosas; del mismo modo al final de su carta les explica que hay alguien que atacará de forma directa, justamente estas cosas.
Ellos pueden contar con que Satanás intentará que no vivan conforme a “las inescrutables riquezas de Cristo”.
Cada palabra, cada verdad, cada característica de su identidad en Cristo escrita en su carta a ellos, será atacada.
Todo lo que Cristo ganó en su vida, muerte y resurrección es nuestro. El diablo intentará por todos los medios que todo eso no sea más que una lista de cosas que intentamos que se mantenga correcta, pero que no tiene efecto alguno en nuestra vida. Palabras sin mucha importancia. Realidades para otras personas. Un remedio que nunca tomamos pero que trajo en la caja un bonito prospecto que nos gusta leer y discutir con otros. Relatos fantásticos como los de Robinson Crusoe, Peter Pan o Robin Hood, que se leen llenos de entusiasmo pero que nadie espera que se los viva.
“Fortaleceos en el Señor”.
Serie “Levántate y pelea” (basada en Efesios 6:10-20).
Luis Rodas
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levántate y pelea
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