Aquella guerra nuclear matrimonial




Cuantas veces en el matrimonio ni oímos al otro y ya nos lanzamos enojados a responder como si fuera un juicio, en vez de buscar entender qué es lo que nuestra esposa/o nos quiere decir.
Proverbios 18:13 en la Nueva Traducción Viviente asegura:
“Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos es a la vez necio y vergonzoso”.

Llega un momento que en vez de conversaciones para llegar a una conclusión de Dios, se transforman en una especie de conversaciones de locos. Donde quien sube más la intensidad de la discusión imagina que por arte de magia pasa a tener razón. o al menos finge eficazmente tenerla.

El consejo bíblico es: sé sabio y baja la intensidad de la discusión hasta volver a llevar todo eso a lo que realmente es: un medio para madurar y mejorar como matrimonio y como hijos de Dios.
Lo mejor, siempre, en todos los casos, es calmarse y hablar palabras de paz: “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
Callar toda aquella guerra nuclear para determinar quien tiene razón, y simplemente, primero, calmarse.
Recordar que no son enemigos. Los dos quieren agradar a Dios. Solo que le han dado rienda suelta a su carnalidad, y de ahí obviamente no van a salir cosas buenas. En esa situación sólo el diablo ganará.
En momentos así, como dice con toda claridad Proverbios 15:12, “el hombre prudente calla”.

Que el Señor te ayude a dominarte y ser un tierno ejemplo de Proverbios 15:4: “La lengua apacible es árbol de vida”.


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