El poner los ojos siempre en lo negativo llena toda tu vida de oscuridad.
Jesús dijo: “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas” (Mateo 6:22,23).
Eclesiastés 10:12 afirma: “Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina”.
Algo similar lo encontramos en Santiago 3:6: “la lengua contamina todo el cuerpo”. Y Proverbios 13:2 advierte: “Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; mas el alma de los prevaricadores hallará el mal”.
Muchas veces es mejor quedarse callado antes de decir algo que contamine al que oye y a nosotros mismos.
Por eso el proverbio agrega: “El que guarda su boca guarda su alma” (Proverbios 13:3).
Para esto lo mejor es, algo que está claro que cuesta: NO podemos hablar sin pensar antes. ¡HECHO MÁS QUE VITAL!.
Está claro que cuesta, pero mira este contraste clarísimo:
“El corazón del justo piensa para responder; mas la boca de los impíos derrama malas cosas” (Proverbios 15:28).
Y:
“Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar” (Santiago 1:19).
Consejo: quita los ojos de mirar siempre de forma oscura, y protege tu corazón guardando tu boca.
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Devocional Primeros Pensamientos del Día
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